TEXTOS DEL PROGRAMA ALBORADA, EN RNE -SEMANA DEL 20-26 JUNIO DE 2011
PROGRAMA ALBORADA DE RNE-A
SEMANA 20 AL 26 JUNIO DE 2011
MONS GINÉS GARCÍA
DÍA 20
Dice el escritor inglés Cherteston que la vulgaridad es “estar al lado de lo sublime y no darse cuenta”. Preciosas palabras para que cada uno mire a su propia vida; palabras para meditar durante el día que ahora comienza.
Es cierto que muchas veces somos incapaces de mirar a lo que nos rodea, contemplar tanta hermosura que hay y acontece a nuestro alrededor. Mirar un paisaje, pararse ante un atardecer, ver la sonrisa de un niño, contemplar tanto arte que nuestros mayores han dejado en cada uno de nuestros pueblos y ciudades. Nos acostumbramos a mirar sin ver, nos incapacitamos para ver la belleza que hay en cada cosa. Eso es la vulgaridad.
En el mundo en el que vivimos hemos hecho bandera de la vulgaridad cuando todo y todos son, o pueden ser, objeto de la burla, del ridículo. Se ofende a las personas y a lo que piensan o creen. Hay especialistas, a pago por supuesto, que se dedican a sacar lo menos hermoso que hay en la vida de cada persona. Y además del daño personal que esto puede originar, esta actitud nos va incapacitando para ver lo bueno y lo hermoso que hay en cada hombre o mujer, o en el mundo en el que vivimos.
Cada día, y frente a esta tendencia, tendríamos que hacer el esfuerzo de ver los bueno que hay en las personas que me rodean, en los lugares por donde paso, en las circunstancias que vivo, en definitiva, lo bueno que hay en mi vida. Este ejercicio diario tan sencillo, abrirá mis sentidos y mi corazón para ver la belleza. He de aprender que cada cosa y cada persona no existen porque sí, son el fruto de una voluntad creadora que hizo todo y lo hizo bien.
Los creyentes sabemos que todo es obra de Dios, que todo lo que existe ha salido de sus manos; nada es fruto de azar, por eso he de buscar la belleza que tiene todo lo que existe. Educar para la belleza es educar para la felicidad. Nuestros niños y jóvenes tienen derecho a aprender a mirar con nuevos ojos, a ver lo bello que existe, a sorprenderse de tanta hermosura, para cuando llegue lo feo, lo malo, sepan que esto no es lo definitivo porque existen el bien y la belleza.
Muchos estamos cansados de tanta vulgaridad, por eso pedimos que no se nos prive de lo sublime, pues ¿por qué tenemos que quedarnos con la vulgaridad cuando existe lo sublime?.
DÍA 21
En la vida política, en los medios de comunicación y en la opinión pública en general se habla mucho del estado del bienestar. Esta palabra se ha convertido en un verdadero talismán del mundo moderno, y lo que ella significa, una conquista del progreso humano. No creo que nadie se oponga o que no busque el estado de bienestar para todos, si por ello entendemos que cada hombre y mujer que habita este planeta viva y tenga para vivir con dignidad. El progreso humano es una tarea de todos, también de los cristianos como exigencia de la misma fe.
Pero dejen que me pregunte y que les deje este motivo para pensar hoy: ¿Cómo se está bien?, en definitiva, ¿cómo se es feliz?, ¿qué se necesita para ser feliz?.
Y me hago esta pregunta porque me temo que, con legítimo anhelo de un estado de bienestar, se ha introducido una sociedad materialista y consumista que es insaciable, de tal modo que nada parece poco para vivir bien, con el resultado que no por mucho tener soy más feliz ni tengo más paz en el corazón. El bienestar verdadero no se consigue llenándome de cosas, todo lo contrario.
Soy feliz y, por tanto vivo bien, cuando vivo en coherencia con los que soy, con lo que pienso o creo. Puedo vivir bien teniendo lo que necesito para ser yo y para vivir con dignidad. Estoy bien cuando me dejan vivir en verdad y libertad, cuando puedo actuar según mi conciencia, cuando veo que todos, y no solo yo, pueden vivir así. El bienestar es vivir en paz y alegría; es saber que el sufrimiento forma parte de la vida y que he de convivir con él, con la certeza que no tiene la última palabra. Se puede ser feliz con poco.
Hoy estamos viendo, y muchísimos sufriendo, el resultado de concebir el bienestar como la acumulación de cosas; queda claro que el vivir por encima de nuestras posibilidades no nos lleva más que a un vacío donde en nombre del vivir bien se consigue el vivir mal. Tenemos que aprender y construir el verdadero estado del bienestar donde todos, absolutamente todos, podamos vivir bien, aunque sea con poco.
DÍA 22
He leído, y no sé bien donde, que un día como hoy se abolió la esclavitud en Inglaterra. Fue a finales del siglo XVIII, concretamente en 1772. Parece mentira que hay existido la esclavitud hasta hace tan poco. Pues recordaremos que no es este el último país que abolió el hecho terrible de la falta de libertad de un ser que por naturaleza es libre, porque ha sido creado libre y para la libertad. Hasta hace no tanto tiempo existía la esclavitud en países, hoy desarrollados y democráticos.
Claro que pensando en todo esto, nos podemos preguntar si, de hecho, se ha abolido la esclavitud; legalmente sí, faltaría más. Pero existen esas esclavitudes que es la falta de libertad para elegir, para expresar lo que pienso o lo que creo. Existe esa esclavitud que es la falta de libertad interior que me impone hablar y vivir de un modo que yo no comparto, incluso tener que vivir a la moda para no ser rechazado, incluso despreciado por la sociedad. Incluso a esta falta de libertad se le llama lo políticamente correcto.
Todos los que viven atados a cualquier tipo de dependencia no son libres. Las drogas, el alcohol, el juego o el sexo, incluso el Internet nos puede hacer, y de hecho nos hacen esclavos, limitan o anulan nuestra voluntad.
No se es libre por hacer lo que uno quiere, se es libre haciendo lo que se debe hacer. Una libertad que solo busca la satisfacción egoísta no es libertad, todo lo contrario, es esclavitud. Libertad es la capacidad de pararse, reflexionar, razonar, decidir y actuar según lo que soy y lo que persigo. La libertad, en muchas ocasiones, me lleva por sendas que me incomodan, que me hacen sufrir, es también el precio de la libertad.
Pero la mayor libertad está en el amor. El que ama y ama de verdad es libre y crea libertad. El amor es el más hermoso espacio de libertad, el que verdaderamente nos hace libres. Pero no cualquier amor, me refiero al amor verdadero, aquel que tiene como baso y sostén la verdad. Como dice el Señor en el evangelio, “la verdad os hará libres”.
Aspiramos a ser verdaderamente libres, por eso cada día buscamos la verdad, nos adherimos a la verdad para que ella nos haga libres por el amor que es el sentido más profundo de la humanidad.
DÍA 23
Siempre recuerdo aquellos que me enseñaron de pequeño: “Hay tres jueves en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión”.
Para los más jóvenes esto será difícil de comprender. Si cabe sabrán de la existencia del jueves santo, pero el Corpus y la Ascensión ya no son jueves.
En algunas ciudades y pueblos de nuestra hispana geografía, hoy jueves, celebran el Corpus Christi, aunque solo sea con la solemne procesión, dejando la fiesta litúrgica para el domingo siguiente. Estos lugares disfrutarán hoy de la salida del Santísimo por la calles de la ciudad, pienso en Toledo, Granada o Sevilla. Será, como cada año, un día hermoso cuando el Sol de la presencia del Señor ilumina las vidas de tantas buenas personas que se acercan para adorar tan gran misterio.
Es verdad, pueden pensar algunos, que los días son todos iguales, que lo distintivo lo ponemos nosotros cuando en ellos celebramos algo grande. Lo mismo es celebrar el Corpus el jueves que el domingo. Sin embargo, en la vida de los hombres y los pueblos, estos acontecimientos van creando identidad. Las fiestas son signos de identidad de un pueblo.
Pongamos como ejemplo el domingo, ¿es lo mismo que la fiesta de la semana sea domingo u otro día puede serlo?. Pues para un cristiano no. El domingo es el primer día de la semana, el día en que resucitó Cristo, acontecimiento que cambió el curso de la historia y da sentido a nuestra fe. No es lo mismo ir a Misa un domingo que cualquier otro día de la semana, como no lo es vivir la fiesta el domingo que otro día. No todo tiene que estar basado en la eficacia o en la conveniencia de cada momento. Las cosas son o no son. Hoy hablamos del fin de semana que es una creación moderna y que marca la vida de tantas familias, pero esto no nos debe hacer renunciar a nuestras señas de identidad por poco importantes que nos parezcan. Son estas las constituyen nuestra vida y le dan sentido, de lo contrario seremos hombres y mujeres sujetos a los vaivenes de las moda.
Lo dicho, felicidades a aquellos que hoy saldréis a la calle para acompañar al Señor, en este jueves del año que reluce más que el sol.
DÍA 24
Cada 24 de Junio celebramos la solemnidad de San Juan Bautista, el Precursor del Señor; y la onomástica de muchos que llevan el nombre del “mayor de los nacidos de mujer”, como lo llamó el mismo Cristo.
Estoy seguro que muchos de los que nos escucháis lleváis este nombre. A todos mi más sincera felicitación y la promesa de mi oración.
Juan el Bautista es una figura muy entrañable en la escena evangélica. Personaje que hace de puente entre los dos testamentos. Con el se cierra la primera alianza de Dios con Israel y se mira a la nueva y definitiva en Cristo. Juan tiene sentido en Cristo, sin Él no tendría ninguna importancia. Es el que anuncia el nuevo mundo que se inaugura con la llegada del Mesías y llama a la conversión inicio de todo camino de seguimiento del Señor.
Sabe que su misión es anunciar al que llega, y conviene que Cristo crezca y que el vaya desapareciendo de la escena. Es un mensaje sencillo, a la vez que lleno de profundidad. Es un anuncio siempre actual y siempre interpelante para cada uno de nosotros. Conviene que Cristo crezca en los hombres de hoy, conviene que Cristo se haga una realidad viva en tantos jóvenes que buscan sin saber qué.
Este debe ser el estilo pastoral de la Iglesia y de todos aquellos que en ella realizamos alguna tarea. Anunciar a Cristo, hacer que Él crezca en el corazón de los hombres y nosotros ir desapareciendo poco a poco cuando hayamos hecho lo que teníamos que hacer. Nuestra misión, como la del Bautista, es ser puente y precursor, después se trata de estorbar poco para que el Señor vaya haciendo su obra en cada corazón. Los evangelizadores no deben creernos el fin de la evangelización, ni debemos entorpecer la obra que Dios quiere hacer en cada uno. Ser sencillos y oportunos y saberse ir a tiempo.
Juan ratificó su misión con su sangre. El testimonio de la verdad hasta dar la vida. La voz de los profetas que denuncian las malas acciones es siempre molesta, y siempre está la tentación de silenciarlos utilizando el poder y la fuerza. Lo que ocurre es que la voz profética no se acalla con la muerte, por eso, Juan el Bautista sigue hoy siendo el profeta de Cristo, el que nos anuncia que el Señor viene constantemente y denuncia todo aquellos que se opone al plan de salvación de Dios.
DÍA 25
Mañana, en el Corpus Christi, celebramos el día nacional de Caridad, el día de Cáritas.
Este año el lema de la Jornada de la Caridad es verdaderamente hermoso y profundo: “Las cosas importantes se hacen con el corazón”.
El corazón habla de profundidad, y es todo lo contrario de superficialidad y frivolidad, aunque en nuestra sociedad se nombre al corazón al hablar de estas. Las cosas importantes salen del corazón, se hacen con el corazón. Solo lo que nace del corazón tiene fuerza, incluso la palabra y las ideas. La razón necesita del corazón para dar calor al pensamiento. Cuando hacemos un juicio o realizamos una acción tenemos que darle vida, la que brota de corazón. Si un corazón no bombea, no marca el ritmo, llega la muerte; del mismo modo, si no ponemos el corazón en lo que hacemos, no creamos vida y ni damos vida.
Una de las grandes tentaciones ante las situaciones de pobreza que existen en nuestro mundo, es quedarnos en el diagnóstico, buscar solo las causas y hacer magníficos proyectos para su erradicación. Esto es necesario y está bien, pero en la lucha contra la pobreza hay que poner corazón, porque los pobres tienen corazón, no son un número ni el dato de una estadísticas, son hombres y mujeres, hijos de Dios con la dignidad que les es propia, son hermanos nuestro.
Un cristiano no se conforma con mirar la pobreza desde la comodidad del sillón de su casa, no se turba ante las imágenes y los datos que nos proporcionan los medios de comunicación social; un cristiano se acerca a los pobres y les tiende la mano, mira en ellos el rostro mismo de Cristo y les da corazón. Los pobres y la pobreza no está lejos, en muchos casos, están en nuestra propia casa. También para descubrir la pobreza hay que hacerlo con el corazón.
No es una contradicción contemplar la Eucaristía cuando miramos y nos preocupamos por los pobres, todo lo contrario; la eucaristía como expresión de la caridad cristiana nos sitúa en un modo nuevo de ver las cosas, nos hace entender la vida como un don. Desde el don de Dios podemos y debemos transformar el mundo; en palabras del Papa Benedicto XVI: “el misterio de la Eucaristía nos capacita e impulsa a un trabajo audaz en las estructuras de este mundo para llevarles aquel tipo de relaciones nuevas, que tienen su fuente inagotable en el don de Dios” (SC, 90).
DÍA 26
Hoy es Corpus Christi, Día de la Señor, Día de la Eucaristía. El misterio por excelencia de la vida cristiana porque es misterio de presencia, misterio de entrega hasta dar la vida, en definitiva, misterio del mayor amor.
Eucaristía, Misterio de Presencia. Cómo me impresiona la presencia del Señor, saber que estas ahí verdadera y realmente. Que lo puedo mirar, que le puedo hablar, que le puedo gustar. Saber que está ahí, en las especies eucarísticas para mí, que se queda en el sagrario por mí. ¡Imposible comprender con la razón humana tanto amor, tanta generosidad; por eso, Señor, danos corazón suficiente para gustar y agradecer esta presencia. ¡Qué bueno es el Señor, que en silencio nos espera, que está aguardando con paciencia infinita a que venga a Él!. Cómo tengo que agradecerle que desde niños nos enseñaron que en la Eucaristía está verdadera y realmente presente, que en la inocencia de los primeros años, con la capacidad del niño, pudimos comprender que estaba cerca, y lo sabíamos, y no lo hemos olvidado, al contrario, esta presencia se ha hecho más consciente en nosotros con el paso del tiempo. Señor, toca el corazón de los padres, de las familias, para que transmitan a sus hijos esta verdad tan hermosa, que nuestros niños aprendan que en la Eucaristía estás Tú, que eres Eucaristía; que los catequistas sepan anunciar esta buena noticia de tu presencia, que te muestren íntegro, sin recortes, a Ti verdadero Dios y verdadero hombre escondido en las especies eucarísticas del pan y del vino, como cantamos en el himno eucarístico: “Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad”.
Queremos, Señor, adorarte con toda nuestra vida; que toda nuestra existencia sea un acto de adoración a tu santísima Presencia. Ante Ti se doblan nuestras rodillas, a Ti van nuestras miradas que quieren ver tu hermosura sin igual; a Ti nuestros corazones que te quieren amar con un amor tierno y sincero; a Ti ofrecemos nuestras vidas porque tuyas son y tuyas queremos que sean.